Hace dos días hemos dado comienzo a la nueva edición de la formación de instructores/as de mindfulness en UNED. Un curso que ya han realizado más de 200 personas y que nos ha traído numerosas alegrías en forma de experiencias compartidas, nuevas sinergias e incontables aprendizajes.

Arrancamos este año con una avalancha de emails, alrededor de 60  matriculados/as (todavía no tenemos la lista definitiva) y numerosas reservas de plaza aún por formalizar, por lo que hemos decidido ampliar el plazo de inscripción hasta el 30 de septiembre. Somos conscientes de que es un curso largo y exigente en lo que a compromiso se refiere, por lo que es lógico que se haga necesario resolver las dudas sin prisas, de manera que cada candidato/a pueda encajar los requisitos de acceso, asistencia, participación y evaluación. Solo de esta forma es posible arrancar con una visión más o menos clara de lo que tenemos por delante durante estos casi diez meses que pasaremos juntos/as. Aunque en realidad, al tratarse de una formación vivencial, la verdadera claridad irá llegando del abrirnos, una y otra vez, a lo que vaya sucediendo momento a momento.

En la sesión de presentación del pasado sábado hemos podido escuchar voces de diferentes edades y procedencias, con una intención común: cultivar la consciencia. Todas, sin excepción, son bienvenidas, por lo que dejamos claro que la invitación a abrirse y permitirse ser uno/a mismo/a es una de las máximas en estas sesiones. Vamos a entrenar el recibir y sostener, tanto lo que llevamos dentro como lo que nos llega desde fuera, a partir de la interacción con otros/as.

Para algunas personas la motivación para participar tiene un carácter exclusivamente personal, mientras que para otras enrolarse en este curso trae consigo además un propósito profesional. Al igual que los/as participantes en las convocatorias anteriores, todas ellas podrán experimentar en primera persona los retos y descubrimientos que acompañan a la práctica de la atención plena, así cómo los cambios (en algunas ocasiones sutiles, en otras profundos) que se producen en la manera de sentir y sentirnos. Algo que nos transforma y que no solo nos favorece a nosotros/as, sino también a aquellos/as que nos rodean.